BAILE.



Hay un conocido dicho que afirma con orgullo que el corazón de los jamaicanos no ha dejado nunca de bailar. Es cierto; el baile es una pieza clave del día a día de la vida jamaicana. Bailamos en todas partes y por cualquier motivo: ritos de culto, celebraciones culturales, eventos formales y reuniones sociales. En cuanto empieza a sonar música, las caderas empiezan a contornearse, las manos empiezan a dar palmas, y todo el mundo, sin importar la edad, se acaba contagiando y empieza a bailar.